Dispersando en el firmamento la raíz de tus ojos

Dispersando en el firmamento la raíz de tus ojos

Mi perdido pecho errante
esquivando la tristeza y
su mano bien cerrada,
desvistiendo mis ojos
abrigando mis lagrimas
agregando al dolor su mojado olor
quitando a la felicidad su seca humedad
tú, mi lluvia de verano
tú, la visitadora de mis noches
tú, la cavadora de mis sueños.
Te recordaré únicamente como nadie jamás
te recordaré a tiempo para que el tiempo
no borre de mi corazón tus huellas
te recordaré de cómo no existías en mis pupilas
cuando mi ávida alma te aguardaba en su pecho
te recordaré a tientas, evocando inmensidad
y dispersaré en el firmamento la raíz de tus ojos.

Mi exteriorizada alma encubierta
silenciando tu recuerdo
y su bloqueada visión futura
de nuestras manos juntas
de nuestros labios sellados
Yo, persiguiendo tus sonrisas,
encontrando en tus iris
nuevos latidos para mis letras
buscando en tu perfecto rostro
un frío disfraz escondido
para alejarte de todo mi cuerpo
encontrando en el humo del pasado
la contaminación para mi universalidad;
tú, la niebla que ciega la oscuridad
tú, la razón que niebla la niebla...
te recordaré a tientas, evocando inmensidad
y dispersaré en el firmamento la raíz de tus ojos.


Preguntando al humo
mi corazón era una araña
entre
dejando huellas de furia
dando vueltas en la tempestad
de la vida y de la muerte
cruzando el cielo como un loco

Dispersando en el firmamento la raíz de tus ojos (Cien Grafitos de Verano) - (c) - Danubio Blackhood 
  Dispersar la raíz de tus ojos - (c) - Danubio Blackhood

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Como ahora y como cada vez

Como ahora y como cada vez

Recordaré aquel día palpitante
como ahora y como cada vez,
cuando tu sonrisa quebró mis lagrimas
cuando tus ojos robaron un cielo
de una costilla del universo, 
permitiendo a mi corazón tener una demora
para mis estrellas: mis recuerdos, mis sentimientos.
Tú, que eres semejante a un taquión
llegando antes que la luz a mi cerúleo tejado.

Recordaré la destreza manual de tu vida
como ahora y como cada vez,
cuando descarriadas, con tus lagrimas
orientabas tu sonrisa afuera de ese roto camino
cuando tu fuerza pegaba todo de ti en mí
permitiendo a mi cerebro tener tu real belleza
anclada a mis neuronas.
Tú, que eres semejante a un taquión
llegando antes que mis sinapsis a mi mente.

Recordaré tus locas raíces
como ahora y como cada vez,
cuando tus sueños distraían mis silencios
cuando tu voz despertaba mi ser
creando atajos para imposibilitar el tiempo
permitiendo a mi alma tener auroras de tierra
y resinas para juntarlas toda en una:
tú, que eres semejante a un taquión
llegando a mi alma antes que mi vida.

Como ahora y como cada vez -(Cien Grafitos de Verano) (c) - Danubio Blackhood 
  Como Ahora y como cada vez - (c) - Danubio Blackhood

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Si alguna vez el todo...

Si alguna vez el todo…

Si alguna vez nuestras miradas
quedaran inmóviles en nuestras pupilas
tú entenderás mi mente, que no miente,
y entenderás cada palabra que te construyó
moldeando esos versos
a tu errática esencia, a tu elocuente belleza
y verás todo lo que mi pecho aún te aguarda.

Si alguna vez nuestro corazones
se cruzaran en nuestros labios,
ardiendo tanto y volando más
tocando el techo azulado del planeta
sabrás que mi boca siempre fue un refugio para tus besos
y reconocerás que todo lo que aún te aguarda mi pecho
es únicamente el infinito indefinido de mi alma.

Si alguna vez nuestras almas coincidieran
en un abrazó muy intenso, olvidándose de nuestros cerebros
entreabrirían una vorágine en el tiempo
desmantelando su dimensión física y reanudando la vida
y descubrirías cuantas veces y en cuantas vidas
yo te he amado de la misma forma que te amo hoy
y que te amaré mañana.

Si alguna vez el todo no fueras tú...

Si alguna vez...el todo - (Cien Grafitos de Verano) (c) - Danubio Blackhood 
  Si alguna vez el todo - (c) - Danubio Blackhood

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Como en otoño la vida a veces

Como en otoño la vida a veces

De la nada apareciste de repente,
como en otoño la vida a veces
madurando mi silencio para que floreciera
hasta llegar a tus lejanos oídos
fructificando su seco grito de amor, en versos:
huellas para humedecerse en tus “ojos color verano”;
pisando el fuego de mi orgullo, caminando hacia a ti
dejando sin voz mi miedo, adentrándome en tu lejana mirada
devanando mis ojos a una trasparente ola, viéndome tú así, sin sombras
anulando mi pecho en su pleno movimiento, siguiendo el olor de tu alma.

En la nada desapareciste de repente
como en otoño la vida a veces
cuando yo aparecí de la nada:
para que entendieras como mi cabeza se nutre
para que saborearas mis palabras fundiéndose en tu boca
para que vieras a lo que mi pecho me somete
para que recibiera lo que mi alma me exige que te entregue
para que supieras que te amo a intervalos infinitos
soñandote sin luna, conociéndote sin conocerte, imaginandote sol
te amo… te amo como en otoño la vida a veces.
Te amo y bona nit.

Como en otoño la vida a veces (Cien Grafitos de Verano) - (c) - Danubio Blackhood
Como+en+otoño+cover1 - (c) - Danubio Blackhood

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Huellas de aurora

Huellas de aurora

Espejismo de mi corazón despejado.

“Rendiré a este mío largo camino una justa rendición.”

Amarrando a las estrellas tu nombre

y negociando con el viento, mi aire,

a cambio de su fuerte aliento

borraré tus huellas de aurora

que guían mis sueños a amanecer en tus labios.

Quizás mi pecho, madurando,

haya renunciado a tus iris.

Quizás no seas tú

ese pan para mi hambriento corazón.

Espejismo de una incertidumbre hecha certeza.

“Rendiré a tu fría fortaleza hojas mojadas de otoño”.

Amarrando a mi guitarra tus esferas de mar revuelto

dejaré que mis cantos sean visibles al tiempo

dejando dormir allí tu justa belleza

aislando pero mis alas de gaviotas de ese mar.

Quizás mis ojos hayan arrastrado tu esencia fuera de sus órbitas.

Quizás mis rimas no te necesiten más para existir.

Quizás…

Espejismo del movimiento estrellado de mi alma.

“Rendiré a tu fantasma, esqueleto y piel para derrotarle.”

Amarrando tus durmientes besos a mis manos

los dejaré caer, despertando mis labios sellados en otros

concediendo, antes, varias treguas a mi alma 

para no rendirse por tu lejanía

para no morirse por tu olvidarme.

Quizás tu sombra no acuda más a mi piel.

Quizás mi alma haya encarnado tu fría espectro.

Quizás sea todo esto otro engaño de otro espejismo.

Huellas de aurora - (Cien Grafitos de Verano) (c) - Danubio Blackhood
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En un instante una sombra de tu brisa en mi silencio

En un instante una sombra de tu brisa en mi silencio

Ojalá hubiera tenido un instante

qué fuera invisible a los ojos de mis sueños

y olvidar tu perfume siempre “en mí” andante:

“para tu papel, tu piel, mi lienzo mi pecho.”

Sí mi corazón, mi amor por todo tu cuerpo.

Ojalá hubiera tenido una sombra

qué me cuidara de tus alejados soles,

rozando los míos, 

estas siemprevivas nunca ausentes, siempre brillantes:

tu cosmético natural que embellece mi oscuridad.

Sí mi corazón, tus ojos de aurora qué esmaltan mi noche.

Ojalá hubiera tenido una brisa

qué viajara junto a tus abiertas alas

dejando atrás el gris viento sin rumbo:

“tus irisadas plumas, tu fuego para mi bruna tinta mi sangre”.

Sí mi corazón, tu elegante libertad qué reanima mi pasión.

Ojalá hubiera tenido un silencio

qué se durmiera sin roncar a lado de tu presencia,

la que raciona a mi ser, lluvia de presentes del amanecer:

“tus huellas, tu agua para mi sendero mi alma”.

Sí mi corazón, tu esencia qué suministra a mi existencia.

En un instante una sombra de tu brisa en mi silencio - (Cien Grafitos de Verano) (c) - Danubio Blackhood 
En un instante... cover1 - (c) - Danubio Blackhood

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Sabes tan poco

 Sabes tan poco

No sabes nada de mis silencios
ni entiendes el alcance de sus ruidos
ni conoces el sabor de mis labios sellados
ni aceptas cómo te buscan, en mis versos, mis palabras.

No sabes nada de cómo se despierta mi tristeza
ni conoces que cosa despeina mi felicidad
ni entiendes cómo se desmantelan mis emociones
ni aceptas que tu mirada edifica y fortalece mis sentimientos.

No sabes nada de cómo le dibujo, a mis pesadillas, tu rostro
ni entiendes cómo te escondo en mis sueños a mis sueños
y no dar una antorcha a mi loca y amarga realidad
para que me deje volver a ti y jamas regresar allí.

No sabes nada de mis inviernos sin tus caléndulas 
ni de mis primaveras en apuros sin tus violetas
ni de cómo el verano me avisa de tu presencia con tu ausencia
ni de cómo el otoño gane territorio a esos únicos flores.

No sabes nada de mi duro corazón salvaje
ni entiendes la dulce firmeza que late en su pecho
ni aceptas que toque tu nombre, Erised,
cuando la sinfonía en mi día carece de melodía

Sabes tan poco de mi
que si tuvieras una linterna
para adentrarte en mi alma
y ver con los ojos de la tuya como la mía te ve
comprenderías la soledad aislante de su mirada
y aceptarías que una sola vida
no te bastaría para saber algo de mí…

pero tu sabes dos cosas de mí
que son suficientes para borrarme
yo sé dos cosas de ti
suficientes “para tú quedarte,
a unos versos de mí,
siempre en mi arte”.

   Sabes tan poco 2 VER - (Cien Grafitos de Verano) (c) - Danubio Blackhood 
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Mi brújula y mi isla

Mi brújula y mi isla

Apasionarme poco a poco de ti;

tú, barriendo ese follaje de otoño

que en mi corazón se amontonaba; 

tú, dejándome evadir de un eco de culpabilidad: 

ella, mi defectuoso amor, mi forzada felicidad;

tú, regando ciertas imborrables lágrimas mías:

esos sueños que se dormían sin descanso;

tú, recordando mi única y grande tristeza:

no oír el silbato de ese tren donde tú viajabas 

y tú, enredando a mi dolor tu simple olor:

consumiendo todas mis inútiles precariedades;

siendo tú mi brújula, mi estrella polar, de océanos y desiertos

siendo tú mi isla que me protege de un otoño siempre juvenil

dejes que navegue por la juventud sin que la vejez reste su plenitud.

Tú sabes, yo te he acogido: 

a veces como madera

para construir mi balsa y navegar lejos de ojos distantes;

a veces como calor

para alejar el frío de un amor tan estéril de brillante pasión;

a veces como ceniza

para dar, al fuego arrugado de mi pasado,

otra hoguera donde calentar esa llama ya rota;

siendo tú mi brújula, mi estrella polar, que me aleja de mi norte

siendo tú mi isla, la tierra única firme de mis sueños

dejes que navegue por el amor sin que mi corazón sufra ningún desamor.

Viéndote poco a poco dentro de mí,

aceptando cuanto árida fuera mi rima,

reconociendo cuanto vacío fuera mi nido;

creando así un hueco donde tú y yo 

pudiéramos fijar nuestras raíces,

donde mis ojos habitaran en tu pecho

donde mi alma fuera la única ubicación para la tuya

dejando que nuestra distancia fuera únicamente

un cruel páramo de mi mente

y no, una piedra andante y persistente en tu corazón;

siendo tú mi brújula, que me deja volver a mi oceánico diurno 

siendo tú mi isla que me deja salir buscando nuevos horizontes

dejes que navegue por la suerte sin que mi vida deje huellas a mi muerte.

Mi brújula y mi isla - (Cien Grafitos de Verano) (c) - Danubio Blackhood 
Mi+brújula+y+mi+Isla+cover3 - (c) - Danubio Blackhood

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